La fundación de la palabra
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EL REINO UNIDO

WORD

Septiembre 1915


Copyright 1915 por HW PERCIVAL

MOMENTOS CON AMIGOS

¿Qué nos impulsa a hacer proselitismo por nuestras opiniones? ¿Hasta qué punto se nos permite oponer nuestras opiniones a las de otros?

Una opinión es el resultado del pensamiento. Una opinión es un punto de vista entre la mera creencia y el conocimiento sobre temas o cosas. Alguien que tiene una opinión sobre una cosa, se distingue de aquellos que tienen conocimiento o una mera creencia sobre el tema. Uno tiene una opinión porque ha pensado en el tema. Su opinión puede ser correcta o incorrecta. Que sea correcto o no dependerá de sus premisas y método de razonamiento. Si su razonamiento es sin prejuicios, sus opiniones generalmente serán correctas y, aunque comience con premisas incorrectas, probará que están equivocadas en el curso de sus razonamientos. Sin embargo, si permite que los prejuicios interfieran con su razonamiento, o basa sus premisas en prejuicios, la opinión que forme será generalmente incorrecta.

Las opiniones que un hombre ha formado representan para él la verdad. Él puede estar equivocado, sin embargo, él cree que ellos tienen razón. En ausencia de conocimiento, un hombre se levantará o caerá por sus opiniones. Cuando sus opiniones se refieren a la religión o algún ideal, él cree que debería defenderlas y siente el impulso de hacer que otros adopten sus opiniones. De ahí viene su proselitismo.

Lo que nos impulsa a hacer proselitismo de nuestras opiniones es la fe o el conocimiento sobre el que descansan nuestras opiniones. También podemos sentirnos impulsados ​​por el deseo de que otros se beneficien de lo que consideramos bueno. Si al propio conocimiento subyacente y al deseo de hacer el bien se le añaden consideraciones personales, los esfuerzos por convertir a otros a las propias opiniones pueden desarrollar fanatismo y, en lugar de bien, se hará daño. La razón y la buena voluntad deben ser nuestras guías en el proselitismo de nuestras opiniones. La razón y la buena voluntad nos permiten presentar nuestras opiniones en forma de argumento, pero nos prohíben tratar de obligar a otros a aceptarlas. La razón y la buena voluntad nos impiden insistir en que los demás acepten y se conviertan a nuestras opiniones, y nos hacen fuertes y honestos en el apoyo de lo que creemos saber.

Un amigo [HW Percival]